Sustratos en Bonsái y su pH
La elección del sustrato es un aspecto fundamental en el cultivo de bonsáis, ya que influye directamente en el pH del entorno radicular. Diferentes sustratos poseen niveles de pH variados, afectando así la disponibilidad de nutrientes y la salud del árbol. Aquí hay una lista de los sustratos frecuentemente utilizados en bonsái, con una descripción de su pH y sus características.
A. Akadama
pH: Ligeramente ácido, alrededor de 6.5. Características: Un sustrato arcilloso japonés, muy popular por su capacidad para retener agua y nutrientes mientras proporciona buena aireación.
B. Kanuma
pH: Ácido, alrededor de 4.5 - 5.0. Características: Ideal para azaleas y otras especies que prefieren un suelo ácido. Es un sustrato ligero y poroso, que favorece la acidez y retención de humedad.
C. Pumice (Piedra Pómez)
pH: Neutro a ligeramente alcalino, alrededor de 7.0 - 8.0. Características: Utilizado para mejorar el drenaje y la aireación, la pumice también retiene nutrientes y humedad, lo que la hace útil para la mayoría de los bonsáis.
D. Lava Negra
pH: Ligeramente alcalino, alrededor de 7.5. Características: Excelente para drenaje y retención de agua, la lava negra se mezcla a menudo con otros sustratos para mejorar la estructura del suelo.
E. Turba
pH: Ácido, generalmente inferior a 6.0. Características: A menudo utilizada en mezcla para aumentar la acidez del sustrato, la turba también ayuda a retener la humedad.
F. Corteza de Pino
pH: Ligeramente ácido, alrededor de 5.5 - 6.0. Características: Utilizada en mezclas para mejorar la retención de agua y la aireación, a la vez que proporciona una ligera acidez.
G. Tierra Universal
pH: Neutro, alrededor de 7.0. Características: Un sustrato básico que puede ser enriquecido o ajustado para satisfacer las necesidades específicas de diferentes especies de bonsáis. Cada tipo de sustrato aporta sus propios beneficios y desventajas en función de la especie de bonsái, las condiciones climáticas y las preferencias del cultivador. La clave de un cultivo exitoso es comprender las necesidades específicas de cada bonsái y elegir o ajustar el sustrato en consecuencia para mantener un pH óptimo.